miércoles, 27 de octubre de 2021

ACTIVIDAD DE REFLEXION Y ANALISIS: EL TUTOR

 Hola de nuevo.

En este post tratare la figura del tutor y propondré una serie de cualidades que a mi criterio necesita para desempeñar sus funciones.

En primer lugar hay que tener en cuenta que el tutor es aquella persona que se encarga de la tutela de una persona, en especial la nombrada para encargarse de los bienes de un menor o de una persona con incapacidad mental y para representarlos en los actos jurídicos. En el ámbito educativo, será el profesor particular encargado de la educación de cierto número de alumnos concretos.

Esto supone desempeñar un papel para el que son necesarias una serie de habilidades o cualidades de distinto orden y no solo de experto o conocedor de la materia que autoriza, diferenciándole del resto de profesores, y le permitan desempeñar su función. Entre estas cualidades yo considero que deben estar:

  • Capacidad de escucha activa e inteligente. Imprescindible para ser un buen comunicador y comprender el mensaje que otro nos transmite. Transmitir a la otra persona que “se está escuchando” y que entendemos lo que dice y lo que no se dice.
  • Habilidades de comunicación escrita. Ésta nos ayuda a interpretar o captar el significado de los mensajes, si además la comunicación no tiene lugar en el mismo momento (asíncrona) perdemos las posibilidades de hacer aclaraciones al receptor. En consecuencia, hay que ser especialmente cuidadosos en nuestra redacción. Hay que pensar los mensajes antes de publicarlos, decir exactamente lo que queremos decir y de buen modo.
  • Capacidad de empatía. La persona que actúa como tutor debe tener una mentalidad abierta y capacidad para colocarse al mismo nivel que los alumnos. De este modo, podrá ponerse en la situación del alumno y comprenderlo mejor, aportándole la ayuda que necesite.
  • Capacidad de aceptación/comprensión. El tutor deberá aceptar las opiniones y críticas del alumno, y ser capaz de comprenderlas. Mantendrá la comunicación siempre con respeto y atención. Una postura excesivamente crítica destruye la cordialidad y la cercanía y cierra el camino a futuras comunicaciones.
  • Cordialidad y amabilidad. Es el punto de partida para crear una relación positiva. El tutor tendrá la habilidad para lograr que el alumno/a se sienta respetado y bien tratado en todo momento.
  • Autenticidad y honradez. El tutor no debe despertar falsas expectativas en el alumno ni exagerar las maravillas del curso que va a realizar o está cursando.
  • Accesibilidad. El tutor debe estar accesible a sus alumnos, dando respuesta efectiva, si es posible rápida. Eso no quiere decir que esté “a su servicio”, sino que los alumnos deben saber cómo y cuándo pueden localizar a su tutor si lo necesitan. Esto implica que se cumplan los horarios de tutorías o los compromisos de respuesta.
  • Experto en la materia. El tutor debe dominar la materia que tutoriza o imparte. Si falta este punto de poco sirven las otras habilidades. A veces los materiales de apoyo del curso pueden facilitar al tutor la documentación necesaria que le permita prepararse adecuadamente.
  • Flexibilidad. Debe tener la capacidad de adaptarse a las necesidades y circunstancias de cada alumno y de negociar ciertos aspectos del curso o de las actividades. Ser flexible no significa dejarse llevar y ser condescendientes. De ahí, que esta cualidad sea un arma de doble filo, en el sentido de que algún alumno pueda sentirse tratado injustamente con respecto a alguna concesión dada a alguno de sus compañeros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

TIM BURTON: CUENTOS EN SOMBRAS

 Hola de nuevo. Con motivo de la fecha en la que publico este post voy a hablar de un director, guionista y productor cuyas películas son ...