miércoles, 27 de octubre de 2021

ACTIVIDAD DE REFLEXION Y ANALISIS: CONFLICTO EN EL AULA

Hola de nuevo. 

En este post trataré describir los tipos de conflictos que se pueden producir dentro de un aula y algunas medida adecuada para tratar dichas situaciones.

Se entiende por conflicto cualquiera de las situaciones en las que dos o más personas entran en oposición o desacuerdo, porque sus posiciones, valores, intereses, aspiraciones, deseos o necesidades son incompatibles o, al menos, se perciben como tales.

Para comprender los conflictos debemos conocer las emociones y sentimientos que se producen y la relación entre las partes implicadas en el conflicto.

Los problemas o conflictos con los que nos encontramos son muy variados y pueden deberse principalmente a estas causas:

·         Problemas de información

o   Abarcan aquellos debidos a la falsa o falta de información entre los implicados como consecuencia de ocultamientos, comunicación deficiente o desigual diferentes puntos de vista o interpretaciones de la información, rumores, confusiones o malos entendidos.

·         Problemas por las elecciones o decisiones incompatibles

o   Causados en este caso por la falta de entendimientos y opiniones distintas.

·         Problemas derivados de la disrupción

o   Siendo la disrupción un conjunto de conductas inapropiadas que impide y retarda el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se interpreta como la falta de disciplina derivando en un mayor índice de fracaso escolar individualmente y grupalmente creándose a su vez malas relaciones interpersonales. Podemos decir por tanto, que representa un problema académico que deriva, entre otros casos, en conflictos entre los propios alumnos y alumnas.

 

A la hora de resolver los conflictos, el profesor o persona que intenta resolver el conflicto debe conocer a las personas implicadas, la relación existente entre los miembros, conocer lo que ocurrió y el sentimiento de los implicados. Adicionalmente, debe ser capaz de resolver las siguientes preguntas:

    • ·         ¿Cómo y cuándo empezó el conflicto?
    • ·         ¿Cuál es la situación actual?
    • ·         ¿Qué piden los implicados?
    • ·         ¿Para qué lo piden?
    • ·         ¿Qué motivos les ha llevado a actuar o sentirse así?

Una vez analizado el conflicto conociendo las respuestas a las preguntas anteriores se trabajan distintas técnicas para obtener la solución del problema.

Para ello se generan varias opciones teniendo en cuenta los intereses, ventajas e inconvenientes, valores de las personas implicadas así como puntos de acuerdo y de desacuerdo. Diferenciando siempre lo prioritario y lo urgente. También se pueden resolver los conflictos con la colaboración de un alumno o alumna ayudante o mediador los cuales cuentan con técnicas de juego o de mediación que pueden ser de utilidad, además el dialogo entre iguales ayuda a un mejor entendimiento y razonamientos entre las partes.         

Entre las funciones de los alumnos/as, que juegan un papel auxiliar o de apoyo en la mediación o proceso de resolución de conflictos, destaco:

  • ·         Informar a los compañeros sobre la ayuda que pueden dar.
  • ·         Difundir la ayuda individualmente o en actuaciones conjuntas con otros compañeros.
  • ·         Acoger al alumnado recién llegado al centro o a aquellos que se encuentre rechazados.
  • ·         Evitar y resolver cualquier problema entre compañeros.
  • ·         Escuchar activamente a los compañeros y compañeras sobre los conflictos que tienen y las inquietudes que sienten, sin aconsejar, sin enjuiciar ni criticar.
  • ·         Detectar posibles conflictos y discutirlos en las reuniones periódicas para buscar formas de intervenir antes de que aumenten.
  • ·         Derivar aquellos casos en los que no se sepa cómo actuar; también en aquellos en los que se dan agresiones físicas con uso desmedido de la fuerza; y siempre que las personas implicadas reflejen mucho dolor y graves dificultades personales. El profesorado responsable valorará las alternativas de acción a seguir en estos casos.

 

Este alumnado se ve capacitado para proponer soluciones cuando surge un problema, se intentan poner en el lugar de los demás y esperar su turno de palabra cuando se habla en grupo. Comprueban que hay diferentes maneras de resolver un problema e intentar no hacer cosas que puedan molestar a los demás.

Será conveniente que los alumnos y alumnas ayudantes escuchen activamente a los demás con interés, mirándolos a la cara o a los ojos y hacer gestos de aprobación. Con estas acciones los compañeros y compañeras se sentirán más reconfortados y ayudados y sentirán más confianza hacia ellos.

Para ayudar a resolver un problema es bueno pararse y pensar para tener claro cuál es el problema y ayudar a proponer soluciones. Deben valorar las soluciones viendo las ventajas y los inconvenientes de cada uno con el fin de escoger la mejor solución. Solución que debe ser aceptada por las dos partes acordando entre todos lo que hay que hacer para que se ponga en marcha la solución y valorar después como funcionó el acuerdo. Tras esto, es necesario observar si han mejorado las cosas y actuar de nuevo en caso de corregir algo.

En la búsqueda de soluciones o alternativas al problema debemos:

  • ·         Aceptar que el conflicto existe
  • ·         Tratar el conflicto, no enquistándolo ni tratándolo con agresión
  • ·         Abrir las posibilidades al dialogo rechazando actitudes dogmáticas y rígidas
  • ·         No justificar el conflicto con argumentos superficiales
  • ·         Querer llegar a la resolución del conflicto

El proceso de mediación para solucionar el problemas se define como aquel que consiste en dotar a las partes de recursos comunicativos de calidad para que puedan solucionar el conflicto.

La comunicación es importante sobre todo por ser una herramienta necesaria para llegar a la base de los conflictos y encontrar soluciones satisfactorias para las partes.

Para la negociación es conveniente conocer normas como:

  • ·         Iniciar la conversación sin atacar
  • ·         Enfatizar los valores comunes
  • ·         Escuchar al interlocutor
  • ·         Ceder para encontrar un punto intermedio
  • ·         Eliminar posturas extremas
  • ·         Llegar al acuerdo por unanimidad

Ante un conflicto podemos actuar de forma asertiva, pasiva o agresiva.

Actuar de forma pasiva significa; evitar decir lo que piensas, sientes, quieres u opinas todo ello porque la persona tiene miedo de arriesgarse a obtener consecuencias indeseadas o molestas, porque no se sabe manifestar o porque consideran los derechos de los demás más importantes que los suyos.

Ser agresivo significa decir lo que piensas, sientes u opinas sin respetar el derecho de los demás a ser tratados con respeto, usando un vocabulario basado en insultos.

Ser asertivo significa decir lo que se piensa, siente, quiere u opina sin perjudicar el derecho de los demás a ser tratado con respeto de manera franca, honesta y no amenazadora respetando los propios derechos personales.También se puede describir la asertividad como la destreza que regula el manejo y comunicación de los sentimientos, opiniones y puntos de vista de una persona en relación con los demás. Por un lado la asertividad tiene relación con ciertas técnicas, pero se relaciona también con la autoestima y autoconcepto personal, para ser capaces de conocer y defender los propios derechos y puntos de vista.

Comportarse asertivamente implica:

    • ·         Utilizar un lenguaje no verbal adecuado
    • ·         Mantener contacto ocular con el interlocutor
    • ·         Mantener una posición erguida con el cuerpo
    • ·         Hablar de forma clara y firme
    • ·         Evitar las lamentaciones, los tonos y las amenazas
    • ·         Utilizar los gestos y expresiones del rostro para dar más énfasis a las palabras.
    • ·         Expresar firmeza en el mantenimiento de las posiciones
    • ·         Respetar los derechos del otro
    • ·         Pactar o llegar a acuerdos
    • ·         Ser firme con el tema y respetuoso con las personas
    • ·         Tomar decisiones propias
    • ·         Tener confianza en uno mismo
    • ·         Hablar en primera persona
    • ·         Hacer y recibir críticas
    • ·         Empatizar con las necesidades del otro aunque manteniendo las propias

 

Un mensaje en primera persona puede ser muy útil a la hora de ayudar a resolver el problema ya que contienen información sobre:

    • ·         Qué situación afecta
    • ·         Que sentimiento produce esa situación
    • ·         Porque afecta de esa manera
    • ·         Que necesita

Los mensajes en primera persona reducen las posibilidades de malos entendidos, disminuyen la temperatura emocional del conflicto y, junto a otras herramientas, son útiles para evitar la escalada del problema. El objetivo de esta habilidad es conseguir que la persona que recibe el mensaje cambie su comportamiento a partir de la información que le hemos dado sobre cómo nos afecta a nosotros el conflicto. Utilizando esta herramienta situamos los hechos del conflicto en su sitio de forma que cuando algo me causa un problema, lo cuento en primera persona y no lo pongo en otra persona. Por lo tanto, no se habla de cómo es o no es tal persona con quien tenemos un conflicto, sino de nosotros y cómo nos afecta lo que hace la otra persona.

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